Observando a Baguira admiro cómo se ha ido forjando su manera de ser y cómo ella misma se ha ido esforzando a través de sus experiencias hacerse respetar.
Parte de su familia (Luc, Bamba, Zoe) le han ido enseñando como desarrollarse dentro de su manada canina. Y hacia nosotros siempre nos ha tenido mucho cariño y respeto.
Es una can llena de vitalidad, siempre queriendo agradar y buscándote para jugar.
No le gusta los conflictos, los evita. Y esto es de agradecer.
Es muy atenta. Pendiente de lo que hacemos. Su curiosidad, hace querer estar en todos los sitios jaja pero no siempre le dejamos.. y pacientemente espera en su sitio.
A diferencia del resto es más salvaje. No es de ciudad siempre la han paseado los familiares humanos por campo y no tiene unos modales como el resto. Pero al querer venir conmigo, no le quedará más remedio que aprender a saber estar. Ya que mi campo de actuación es la ciudad.
Así que.. ahí estamos aprendiendo a saber ir con la correa por la ciudad tranquilitas.. ¡Con cariño, paciencia y tiempo todo se consigue! 😉